lunes, 15 de septiembre de 2014

`NO TE VAYAS SIN MÍ´, DE ÁLVARO DE LA RICA


                                                               

“La realidad es que en la biografía íntima de un ser humano, en el terreno sagrado que verdaderamente importa, no se puede considerar el tiempo en su pura linealidad; unos hechos condicionan a otros con independencia de su lugar en eso que llamamos la cadena del tiempo. El futuro y el pasado juegan constantemente al pilla-pilla. Y en medio está el presente, como un tercero de buena fe.”

                              Álvaro de la Rica. No te vayas sin mí.



No te vayas sin mí, novela de Álvaro de la Rica (Madrid, 1965), publicada por Ediciones Alfabia, narra una larga y complicada historia de amor. Como novela es, además, el resultado de un experimento narrativo, sustentado en una gama amplia de géneros literarios, en el que diferentes voces cuentan a su manera los tortuosos caminos para llegar al amor. Lo importante es, por tanto, esa travesía y los tres estadios, concentrados en los verbos verse, entenderse y tocarse -según se relata en la novela- por los que hay que pasar para acercarse a la posibilidad de amar y ser amado. Un camino para nada de rosas, durante el que se van revelando los obstáculos, las propias limitaciones, los dilemas, los miedos y los fantasmas de los personajes. En última instancia, sus elecciones o la falta de decisiones y su posicionamiento ante la vida, puesto que la actitud amorosa es también una manera de entender aquella.

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miércoles, 10 de septiembre de 2014

LA VIRGEN DESNUDA





"Demasiado real, casi nuestro espejo, ¿quién deposita en ella la fe, el dolor, la esperanza, la pasión? Su imagen física había usurpado la otra soñada."


La Virgen del Pino, patrona de la isla de Gran Canaria, ha estado luciendo en los últimos días su talla desnuda. Fue desprovista de sus prendas habituales para ventilar la madera. La desvisten como mínimo una semana al año, después de haber sido restaurada tiempo atrás. La carcoma había deshecho parte de su figura. Ahora ha podido ser contemplada por el público. Desconozco el número de espectadores que ha acudido a visitarla en la iglesia de Teror, villa donde se exhibe. Pero su imagen desnuda no siempre es bien recibida. 

En el pasado la desvestían y sobre la marcha la volvían a vestir para evitar mostrar sus miserias, según da cuenta Eduardo Medina Orihuela en un artículo del periódico La Provincia. Mirarla sin su manto parecía inconcebible. En la actualidad hay gente que no desea verla al natural, no sé si por motivos morales, o porque considera desagradable su aspecto, o por temor a defraudarse.
 
Recuerdo haber leído hace años que los visitantes no la reconocieron en la basílica durante los días que estuvo oreándose. ¿O quizás me lo invento? Sea o no un recuerdo falso, tiene su lógica. Despojada por entonces no solo de sus mantos, sino también de las joyas, quienes la tenían delante se esforzaban en buscarla y no la encontraban. Pobrecilla.
Cómo adivinar que, bajo su gruesa y lujosa vestimenta, se escondiera una figura tan menuda y escuálida. Ella, la Virgen, que da sentido al mundo de los creyentes y realiza milagros, revelaba, de pronto, su verdadera faz. Carente de glamour, feúcha, insulsa y ausente, la reacción de los fieles fue de perplejidad. Necesitados como están de ser vistos por ella para ver, tampoco se encontraron con su mirada. No alcanzaron a descubrir en sus ojos la luz divina que ellos mismos encienden.
 
La desvistieron de sus prendas de gala y quedó privada de misterio y gloria. Así, desnuda, se apreciaba un perfil nada enigmático. Demasiado real, casi nuestro espejo, ¿quién deposita en ella la fe, el dolor, la esperanza, la pasión? Su imagen física había usurpado la otra 
soñada.
 
No sé si esta vez defraudó a sus visitantes. No importa, porque de nuevo será vestida y entronada. Seguirá viviendo como una diosa, aunque con manos postizas. Las suyas, de tamaño insignificante, como la talla entera, quedarán ocultas bajo el manto.



FUENTE: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS