miércoles, 18 de diciembre de 2013

RESISTIR CON HUMOR


Los gestores de esa cosa llamada realidad se han vuelto muy serios. Con otras palabras, su formalidad es uña y carne de su autoritarismo. Ya el escritor Laurence Sterne los definió con el sustantivo "agelastos" en su célebre libro Tristram Shandy. Son aquellos que se valen de la seriedad a fin de proteger su versión sagrada de lo real. Nada mejor que ponerse serios para blindar el propio poderío. Es una manera de evitar cualquier fisura por donde se cuele algún atisbo de rebeldía. Sin embargo, la severidad engendra a su contrario, el humor y la risa como una forma de desafiar a la supuesta realidad inamovible.
Asistimos cada día al ingenio de mucha gente, sobre todo ahora que la era digital permite el mensaje instantáneo. Parece que la broma compartida se impone con suma inmediatez, bien en páginas de internet, bien a través del wasap. Quién no ha visto imágenes o vídeos trucados con humor. Anuncios televisivos, acontecimientos políticos o sociales, palabras y gestos de gobernantes, etc, a los que se les da la vuelta como un calcetín para ridiculizarlos. Suelen ofrecer interpretaciones alternativas de lo que se cuece en el mundo. Mientras tanto, nos partimos de risa, participando del asalto a las más pequeñas manifestaciones de la realidad imperante.
Es lo que tiene el humor. Capaz de aportar una luz diferente a la mirada, navega contra la corriente de los agelastos y sus discursos graves. También se distancia de sus secuaces, profesionales de la mofa sin más objeto que ofrecer algo para reír y así atontarnos.
A través de la broma se dicen grandes verdades de forma más refinada. Nos ausentamos del mundo para verlo con otros ojos. Las cosas pierden su significado aparente y dejan de ser lo que presuntamente son.
Podrán inyectarnos miedo y podrán acabarse nuestras lágrimas, pero no la risa. Como escribió Walter Benjamin: "En la risa se prepara la humanidad para sobrevivir, si cabe, a la civilización y con la risa comulga en el verdadero misterio de la sátira, que consiste en comerse al enemigo".

FUENTE: LA PROVINCIA- DIARIO DE LAS PALMAS. EL QUINQUÉ.